En esta página:
Los niños suben de peso a medida que crecen y se desarrollan; por lo tanto, no siempre es fácil saber si tienen sobrepeso. En algunos niños, el peso adicional desaparece a medida que crecen. Sin embargo, algunos niños que continúan subiendo demasiado de peso con el tiempo pueden desarrollar obesidad. La obesidad es una enfermedad que aumenta el riesgo de desarrollar muchos problemas de salud. Tener obesidad en la infancia o en la adolescencia también hace que sea más probable que su hijo tenga obesidad y problemas de salud relacionados en la edad adulta.1
Como padre u otro cuidador, es posible que pueda ayudar a su hijo a alcanzar y mantener un peso saludable si juntos adoptan hábitos de estilo de vida saludables, como:
Si no está seguro de qué cambios hacer, pídale orientación a un profesional de atención de salud. El médico de su hijo, un enfermero especialista, un nutricionista acreditado, un especialista en control de peso u otro profesional de atención de salud pueden identificar los hábitos de estilo de vida que promueven el crecimiento y el desarrollo saludable del niño. Estos hábitos también pueden ayudar a su hijo a alcanzar y mantener un peso saludable. Un profesional de atención de salud también puede conversar sobre otros tratamientos para el sobrepeso y la obesidad que pueden ayudar a su hijo a alcanzar un peso saludable.
El sobrepeso y la obesidad son comunes en niños y adolescentes en Estados Unidos. Entre los jóvenes de 2 a 19 años, alrededor del:
Las tasas de obesidad aumentan a medida que los niños crecen. La obesidad también es más común entre los niños de ciertos grupos minoritarios raciales y étnicos. Entre los niños y adolescentes de 2 a 19 años, la obesidad afecta alrededor del:3
Muchos factores pueden contribuir al sobrepeso y la obesidad en los niños, entre ellos:4,5
El peso de un niño también puede verse afectado por el embarazo de la madre. Si una madre tiene obesidad o sube demasiado de peso durante el embarazo, aumenta la probabilidad de que el niño nazca más grande de lo esperado y desarrolle obesidad más adelante en la vida.6
Tener sobrepeso u obesidad puede aumentar la probabilidad de que su hijo desarrolle problemas de salud, como:4
Algunos niños con sobrepeso u obesidad pueden ser víctimas de burlas o intimidación relacionados con el peso, lo que puede afectar su salud mental. Los niños con sobrepeso u obesidad pueden tener un mayor riesgo de desarrollar problemas de salud mental, entre ellos:5
Una forma de saber si su hijo tiene un peso saludable es calculando su índice de masa corporal (IMC), una medida basada en la estatura y el peso de una persona. El siguiente paso es comparar el IMC de su hijo con el IMC de otros niños de la misma edad y sexo, según las tablas de crecimiento de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Esto le dará el "percentil de IMC para la edad" de su hijo, un número que puede indicarle si su hijo tiene bajo peso, peso saludable, o sobrepeso u obesidad.
Esta herramienta en línea de los CDC le permite calcular el IMC y el percentil de IMC para la edad de su hijo.
Si le preocupa el peso de su hijo, hable con su profesional de atención de salud. En muchos casos, los niños con sobrepeso no necesitan bajar de peso, sino que deben subir de peso más lentamente a medida que continúa aumentando su estatura. Para determinar si su hijo pesa mucho o está subiendo de peso demasiado rápido, el profesional de atención de salud tendrá en cuenta varios factores, como:4
Es posible que su hijo pueda alcanzar y mantener un peso saludable si lo ayuda a adoptar hábitos de estilo de vida más sanos, como seguir un buen plan de alimentación, hacer actividad física regularmente, limitar el tiempo frente a las pantallas y dormir lo suficiente.
Los niños necesitan comidas y refrigerios ricos en nutrientes para ayudarlos a crecer. Las Guías Alimentarias para Estadounidenses, 2020-2025 (en inglés) recomiendan que los niños consuman una variedad de alimentos y bebidas, que incluyan:
Las pautas también recomiendan que los niños limiten el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcares añadidos, grasas saturadas y sodio o sal. Estos alimentos y bebidas pueden proporcionar muchas calorías adicionales sin aportar mucha nutrición. A continuación encontrará algunas recomendaciones para reemplazarlos con opciones más saludables.
Si su hijo tiene sobrepeso o está subiendo de peso demasiado rápido, reducir el consumo de alimentos y bebidas con alto contenido calórico puede ayudar. A continuación encontrará algunas maneras de ayudar a su hijo a reducir las calorías adicionales.
La infancia es el momento ideal para desarrollar hábitos alimenticios saludables que su hijo pueda poner en práctica durante la vida adulta. Para ayudar a su hijo a desarrollar una actitud saludable hacia la comida y la alimentación:
El sitio web MyPlate (en inglés), del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, ofrece muchos otros consejos y recursos (en inglés) sobre alimentación saludable, incluida orientación sobre como tener una alimentación saludable con un presupuesto limitado (en inglés).
Las Pautas de Actividad Física para los Estadounidenses, 2ª edición (PDF, 14.5 MB) (en inglés), recomiendan que los niños de 3 a 5 años hagan actividad física durante todo el día para ayudarlos a crecer y desarrollarse.
Los niños mayores entre los 6 y los 17 años deben hacer al menos 1 hora de actividad física todos los días. Sus actividades deben incluir:
Como padre u otro cuidador, usted puede desempeñar un papel clave para ayudar a su hijo a ser más activo. Las opciones para aumentar la actividad física en la rutina diaria de su hijo incluyen:
Los estudios de investigación sugieren que los niños que pasan mucho tiempo viendo televisión y que tienen un televisor en sus habitaciones pueden correr un mayor riesgo de tener obesidad infantil.7 Los expertos recomiendan limitar la cantidad de tiempo que los niños pasan viendo televisión, jugando videojuegos o usando teléfonos inteligentes u otros dispositivos cuando no los usen para las tareas escolares.
Una regla sencilla es limitar el tiempo frente a las pantallas que no sea para las tareas escolares a 1 o 2 horas por día.8 Otra opción es establecer límites de tiempo frente a las pantallas para cada miembro del hogar. La American Academy of Pediatrics [Academia Americana de Pediatría] sugiere que los padres y otros cuidadores de niños de 5 años o más trabajen con un profesional de atención de salud para crear un Plan familiar de uso de pantallas.9
Para limitar el tiempo que su hijo pasa frente a las pantallas:7,9
Al igual que seguir un plan de alimentación saludable y realizar actividad física regularmente, dormir lo suficiente es importante para la salud mental y física de su hijo. Dormir lo suficiente puede ayudar a su hijo a tener un buen desempeño en la escuela, a combatir enfermedades e infecciones, y a alcanzar y mantener un peso saludable.10,11
Los niños necesitan dormir más que los adultos. Las horas de sueño recomendadas varían según la edad.11 La siguiente tabla muestra la cantidad de sueño recomendada para cada grupo de edad.
Horas de sueño recomendadas para niños y adolescentes
Edad | Horas de sueño al día recomendadas |
---|---|
De 4 a 12 meses | De 12 a 16 horas |
De 1 a 2 años | De 11 a 14 horas |
De 3 a 5 años | De 10 a 13 horas |
De 6 a 12 años | De 9 a 12 horas |
De 13 a 18 años | De 8 a 10 horas |
Tener un televisor, una computadora o un dispositivo móvil en la habitación, o pasar mucho tiempo usando estos dispositivos durante el día, puede retrasar o interrumpir el sueño de su hijo.7,9 La luz azul de las pantallas puede bloquear la producción de una hormona llamada melatonina (en inglés) que favorece un sueño saludable, especialmente cuando los niños pasan tiempo frente a la pantalla antes de acostarse. Ver contenido en dispositivos que sea emocionante o atractivo también puede mantener a los niños despiertos más allá de la hora de acostarse.
Para ayudar a su hijo a dormir lo suficiente por la noche:
Hay varias cosas que puede hacer para ayudar a su hijo a adoptar hábitos de estilo de vida saludables.
Hable con su hijo sobre temas relacionados con la salud, por ejemplo:
Los niños aprenden con facilidad y a menudo copian lo que ven. Sea un ejemplo a seguir y tome decisiones para tener un estilo de vida saludable.
Los niños necesitan el apoyo, la comprensión y el estímulo de adultos que se preocupan por ellos. Su autopercepción a menudo se basa en cómo creen que sus padres y otros cuidadores los perciben. Dígale a su hijo que lo ama y que es especial e importante.
Los estudios sugieren que un estilo de crianza que combina el establecimiento de reglas y límites con calidez, llamado crianza autoritaria, puede ayudar a los niños a adoptar comportamientos saludables para tener un peso saludable.5,12 Los niños que viven en hogares que usan este estilo de crianza tienden a entender la autoridad y las reglas, pero también se sienten cómodos al buscar el apoyo de sus cuidadores.
Motive a su hijo a tomar decisiones para tener un estilo de vida saludable de la siguiente manera:
Es posible que el profesional de atención de salud le recomiende un plan de pérdida de peso adaptado a las necesidades de su hijo o lo remita a un especialista en control de peso o a un nutricionista acreditado. Su hospital local, una clínica de salud comunitaria o el departamento de salud pueden ofrecer programas de control de peso para niños y adolescentes o tener información sobre dónde inscribirse. No ponga a su hijo en un plan de pérdida de peso sin la ayuda de su profesional de atención de salud.
Si su hijo tiene 12 años o más y tiene obesidad, pregúntele a su profesional de atención de salud acerca de otras opciones de tratamiento, como:
Los tratamientos como los medicamentos y la cirugía no reemplazan los cambios en el estilo de vida como una forma para que su hijo baje de peso. Estos tratamientos funcionan mejor cuando su hijo hace actividad física y consume alimentos y bebidas saludables.13
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) realiza y respalda ensayos clínicos de muchas enfermedades y afecciones, incluidas la obesidad y el sobrepeso. Los ensayos clínicos buscan nuevas formas de prevenir, detectar o tratar enfermedades y de mejorar la calidad de vida.
Los niños responden a los medicamentos y tratamientos de manera diferente a los adultos. La forma de obtener los mejores tratamientos para los niños es a través de investigaciones diseñadas específicamente para ellos.
Ya hemos logrado grandes avances en la mejora de los resultados de salud de los niños a través de ensayos clínicos y otros tipos de estudios clínicos (en inglés). Las vacunas, los tratamientos para niños con cáncer y las intervenciones para bebés prematuros son solo algunos ejemplos de cómo estas investigaciones dirigidas pueden ayudar. Sin embargo, todavía tenemos muchos interrogantes por aclarar y más niños esperando beneficiarse.
Los datos recopilados de ensayos y estudios con niños ayudan a los médicos e investigadores a:
Entendemos que tiene muchas preguntas, desea sopesar las ventajas y desventajas, y necesita informarse tanto como sea posible. La decisión de inscribirse en un estudio puede cambiar su vida y la del niño. Dependiendo del resultado del estudio, el niño podría encontrar alivio de su afección, no ver ningún beneficio o ayudar a mejorar la salud de las futuras generaciones.
Hable con el niño y considere lo que se esperaría. ¿Cuál podría ser el beneficio o daño potencial? ¿Habría que viajar? ¿Está el niño lo suficientemente bien como para participar? Si bien los padres o tutores deben dar su permiso o consentimiento para que los niños se integren a un estudio, los niños también deben estar de acuerdo en participar, si les es posible (verbalmente). Al final, ninguna elección es correcta o incorrecta. Su decisión se basa en lo que es mejor para el niño.
Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) se comprometen a garantizar que usted obtenga toda la información que necesita para sentirse cómodo y tomar decisiones informadas. La seguridad de los niños sigue siendo la máxima prioridad para todos los estudios de investigación de los NIH. Para obtener más recursos que le ayuden a decidir si los ensayos clínicos son adecuados para el niño, visite Los ensayos clínicos y usted: padres y niños (en inglés).
Los investigadores estudian muchos aspectos del sobrepeso y la obesidad en niños, como:
Mire un video del Dr. Griffin P. Rodgers, director del NIDDK, que explica la importancia de participar en los ensayos clínicos (en inglés).
En www.ClinicalTrials.gov (en inglés) puede ver una lista filtrada de estudios clínicos sobre la enfermedad renal financiados por el gobierno federal que están abiertos y reclutando participantes. Puede ampliar o reducir la lista para incluir estudios clínicos de la industria, universidades e individuos; sin embargo, los Institutos Nacionales de la Salud no revisan estos estudios ni pueden garantizar que sean seguros. Antes de participar en un estudio clínico, debe consultar siempre con su proveedor de atención médica.
This content is provided as a service of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
(NIDDK), part of the National Institutes of Health. NIDDK translates and disseminates research findings to increase knowledge and understanding about health and disease among patients, health professionals, and the public. Content produced by NIDDK is carefully reviewed by NIDDK scientists and other experts.
El NIDDK quisiera agradecer a:
Thomas Robinson, M.D., M.P.H., Stanford University