Los ejercicios de Kegel, también conocidos como entrenamiento de los músculos del piso pélvico, son ejercicios sencillos que se pueden hacer para tratar problemas de control de la vejiga y mejorar el control intestinal. Los ejercicios fortalecen los músculos del piso pélvico que sostienen la vejiga, el recto y el útero. Estos músculos, que se estiran como una hamaca desde el frente hasta la parte de atrás de la pelvis, pueden ayudar a evitar el escape de orina, de heces, o de gases en los momentos menos esperados.
Muchos factores, incluidos el embarazo y el parto, la cirugía y el envejecimiento, pueden debilitar los músculos del piso pélvico. Si estos músculos están débiles, es posible que se comiencen a escapar pequeñas cantidades de orina, heces o gases.
Los ejercicios de Kegel fortalecen estos músculos, lo que ayuda a detener estas fugas.1,2 Los estudios sugieren que el entrenamiento de los músculos del piso pélvico podría también mejorar la función sexual.3,4
El entrenamiento de los músculos del piso pélvico puede ayudar tanto a las mujeres como a los hombres. Sin embargo, en algunos casos, practicar estos ejercicios podría no ser una buena opción. Se debe consultar con un profesional del cuidado de la salud antes de comenzar.
Durante los ejercicios de Kegel, se deben apretar, sostener y relajar los músculos del piso pélvico. Suena simple, pero es posible que se necesite un poco de práctica antes de aprender a ejercitar los músculos correctos.
Intente una de las siguientes formas de encontrar los músculos correctos para apretar.
A muchas personas les cuesta encontrar los músculos correctos. El médico, enfermera o terapeuta del piso pélvico le puede decir si está haciendo los ejercicios correctamente. Ellos pueden examinarle mientras hace los ejercicios para verificar que esté contrayendo los músculos correctos. También pueden recomendar complementos para el ejercicio, como biorregulación, estimulación eléctrica, o pesas especiales.
He aquí una manera fácil de comenzar.
¡Repita! Debe tratar de hacer de 10 a 15 repeticiones cada vez que haga el ejercicio.
Los ejercicios de Kegel se pueden hacer de diferentes maneras, en términos de cuántos segundos mantener los músculos apretados y cuántas repeticiones hacer por sesión. Pida a un profesional del cuidado de la salud un plan de ejercicios que satisfaga sus necesidades en particular.
Tenga cuidado de no apretar el estómago, los muslos ni otros músculos. Apretar los músculos equivocados puede ejercer más presión sobre la vejiga, lo que facilita el escape de orina. Debe apretar solamente los músculos del piso pélvico.
Debe, todos los días, tratar de hacer los ejercicios en tres posiciones: acostado, sentado y de pie. Usar las tres posiciones fortalece los músculos. Debe llevar un diario o registro de ejercicios para apuntar cada vez que hace los ejercicios.
He aquí un ejemplo de un programa de ejercicio diario.
No se dé por vencido. Son solo 5 minutos, tres veces al día. Al igual que cualquier rutina de ejercicios, puede tomar algo de tiempo desarrollar fuerza y acondicionamiento muscular. Es posible que no sienta que mejora el control de su vejiga hasta después de 3 a 6 semanas.
Siga haciendo los ejercicios, pero no aumente la cantidad que hace. Excederse en los ejercicios puede hacer que tenga que esforzarse para orinar o defecar.
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El NIDDK quisiera agradecer a:
Alison Huang, M.D., M.A.S., University of California, San Francisco