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La enfermedad de la tiroides es un grupo de trastornos que afecta la glándula tiroidea. La tiroides es una glándula pequeña en forma de mariposa en la parte delantera del cuello que produce dos hormonas tiroideas. Las hormonas tiroideas controlan cómo el organismo usa la energía, por lo que afectan la manera como trabajan casi todos los órganos en el cuerpo, incluso el corazón.
A veces, la tiroides produce demasiadas o muy pocas de estas hormonas. Cuando hay un exceso de hormona tiroidea se presenta el hipertiroidismo y puede hacer que se aceleren muchas de las funciones del organismo. "Hiper" significa que la tiroides está más activa de lo normal. Obtenga información adicional sobre el hipertiroidismo en el embarazo. Cuando hay una deficiencia de hormona tiroidea se presenta el hipotiroidismo y puede hacer que se reduzcan muchas de las funciones del organismo. “Hipo” significa que la tiroides está menos activa de lo normal. Obtenga información adicional sobre el hipotiroidismo en el embarazo.
Si tiene problemas de tiroides, igual puede tener un embarazo saludable y proteger la salud de su bebé haciéndose pruebas de la función tiroidea y tomando cualquier medicamento que le recete el médico.
Las hormonas tiroideas son cruciales para el desarrollo normal del cerebro y del sistema nervioso del bebé. Durante el primer trimestre, los primeros 3 meses de embarazo, el bebé depende del suministro de la hormona tiroidea de la madre, que llega a través de la placenta (en inglés). Alrededor de la semana 12, la tiroides del bebé empieza a funcionar por sí sola, pero no produce suficiente hormona tiroidea hasta las 18 a 20 semanas de embarazo.
Dos hormonas relacionadas con el embarazo, la gonadotropina coriónica humana (hCG, por sus siglas en inglés) y el estrógeno, causan concentraciones más altas de la hormona tiroidea en la sangre. Durante el embarazo, en las mujeres sanas la tiroides se agranda ligeramente pero no lo suficiente como para que un profesional de atención médica la pueda palpar durante un examen físico.
Los problemas de tiroides pueden ser difíciles de diagnosticar durante el embarazo debido a las concentraciones más altas de hormonas tiroideas y a otros síntomas que se presentan tanto en el embarazo como en los trastornos de la tiroides. Algunos síntomas de hipertiroidismo o hipotiroidismo son más fáciles de detectar y pueden llevar a su médico a examinarla para detectar estas enfermedades de la tiroides.
La tiroiditis posparto, otro tipo de enfermedad de la tiroides, puede presentarse después de que nazca el bebé.
Algunos síntomas y señales de hipertiroidismo se presentan a menudo en embarazos normales, entre ellos un ritmo cardiaco más rápido, cansancio y dificultad para soportar el calor.
Otros síntomas y señales que pueden sugerir hipertiroidismo:
El hipertiroidismo en el embarazo generalmente lo causa la enfermedad de Graves (en inglés) y se presenta en 1 a 4 de cada 1,000 embarazos en los Estados Unidos.1 La enfermedad de Graves es un trastorno autoinmunitario. Con esta enfermedad, el sistema inmunitario produce anticuerpos que hacen que la tiroides produzca demasiada hormona tiroidea. Este anticuerpo se conoce como inmunoglobulina estimulante de la tiroides o TSI, por sus siglas en inglés. La enfermedad de Graves puede aparecer por primera vez durante el embarazo. Sin embargo, si usted ya tiene la enfermedad de Graves, sus síntomas podrían mejorar en el segundo y tercer trimestre. Algunas partes del sistema inmunitario se vuelven menos activas a medida que transcurre el embarazo, por lo que su sistema inmunitario produce menos TSI. Esta puede ser la razón por la cual los síntomas mejoran. Por lo general, la enfermedad de Graves vuelve a empeorar durante los primeros meses posteriores al parto, cuando se vuelven a elevar las concentraciones de TSI. Si tiene la enfermedad de Graves, el médico probablemente evaluará su función tiroidea mensualmente durante el embarazo y es posible que necesite tratar su hipertiroidismo.1 Las concentraciones muy altas de la hormona tiroidea pueden perjudicar su salud y la de su bebé.
En raras ocasiones, el hipertiroidismo en el embarazo está relacionado con la hiperémesis gravídica, es decir vómitos y náuseas fuertes que pueden causar adelgazamiento y deshidratación. Los expertos consideran que estos vómitos y náuseas fuertes durante las primeras etapas del embarazo los causan las concentraciones altas de hCG. Las concentraciones altas de hCG pueden hacer que la tiroides produzca demasiada hormona tiroidea. Este tipo de hipertiroidismo generalmente desaparece durante la segunda mitad del embarazo.
Con menos frecuencia, uno o más nódulos, o protuberancias en la tiroides, producen un exceso de hormona tiroidea.
El hipertiroidismo sin tratar durante el embarazo puede causar:
En raras ocasiones, la enfermedad de Graves también puede afectar la tiroides del bebé, haciendo que produzca un exceso de hormona tiroidea. Incluso si le curaron su hipertiroidismo mediante el tratamiento con yodo radiactivo (en inglés) para destruir las células tiroideas o con cirugía para extirpar la tiroides, el organismo sigue produciendo el anticuerpo TSI. Cuando las concentraciones de este anticuerpo son altas, la TSI puede llegar a la corriente sanguínea del bebé. Así como la TSI hizo que su tiroides produjera un exceso de hormona tiroidea, también puede hacer que la tiroides del bebé la produzca en exceso.
Informe a su médico si se sometió a alguna cirugía o tratamiento con yodo radioactivo para la enfermedad de Graves, para que revise sus concentraciones de TSI. Si están muy altas, el médico vigilará al bebé para ver si presenta problemas relacionados con la tiroides más adelante en el embarazo.
Una tiroides hiperactiva en un recién nacido puede causar:
A veces, una tiroides agrandada puede presionar contra la tráquea del bebé y dificultarle la respiración. Si tiene la enfermedad de Graves, su equipo de atención médica debe monitorearlos cuidadosamente a usted y al bebé.
El médico revisará sus síntomas y le hará algunos análisis de sangre para medir sus concentraciones de la hormona tiroidea. El médico también puede buscar anticuerpos en su sangre para ver si la enfermedad de Graves está causando su hipertiroidismo. Obtenga información adicional sobre las pruebas de la tiroides y qué significan los resultados.
Si tiene hipertiroidismo leve durante el embarazo, probablemente no necesite tratamiento. Si su hipertiroidismo está relacionado con la hiperémesis gravídica, solo necesita tratamiento para el vómito y la deshidratación.
Si su hipertiroidismo es más grave, el médico puede recetarle medicamentos antitiroideos, que hacen que la tiroides produzca menos hormona tiroidea. Este tratamiento evita que ingrese demasiada hormona tiroidea a la corriente sanguínea del bebé. Puede consultar con un especialista, como un endocrinólogo o experto en medicina materno-fetal, que pueda monitorear cuidadosamente al bebé para asegurarse de que esté recibiendo la dosis correcta.
Los médicos suelen tratar a las mujeres embarazadas con el medicamento antitiroideo propiltiouracilo (PTU) durante los primeros 3 meses de embarazo. Otro tipo de medicamento antitiroideo, el metimazol, es más fácil de tomar y tiene menos efectos secundarios, pero es ligeramente más probable que cause defectos congénitos graves que el PTU. Los defectos congénitos con cualquier tipo de medicamento son poco frecuentes. A veces, los médicos cambian a metimazol después del primer trimestre del embarazo. Algunas mujeres no necesitan medicamentos antitiroideos a partir del tercer trimestre.
Pequeñas cantidades de medicamentos antitiroideos pasan al torrente sanguíneo del bebé y disminuyen la cantidad de hormona tiroidea que produce el bebé. Si usted toma medicamentos antitiroideos, el médico le recetará la dosis más baja posible para evitar el hipotiroidismo en el bebé, pero la suficiente para tratar las concentraciones altas de hormona tiroidea que también pueden afectar al bebé.
En algunas personas, los medicamentos antitiroideos pueden causar efectos secundarios como:
Suspenda el medicamento antitiroideo y llame al médico de inmediato si presenta alguno de estos síntomas mientras lo toma:
Si el doctor no se comunica con usted el mismo día, debe ir a la sala de emergencias más cercana.
También debe comunicarse con el médico si presenta alguno de los siguientes síntomas por primera vez mientras está tomando medicamentos antitiroideos:
Si es alérgica o tiene efectos secundarios graves a los medicamentos antitiroideos, el médico puede considerar hacerle una cirugía para extirpar una parte o la mayor parte de la glándula tiroidea. El mejor momento para la cirugía de la tiroides durante el embarazo es en el segundo trimestre.
El tratamiento con yodo radiactivo no es una opción para las mujeres embarazadas porque puede dañar la glándula tiroidea del bebé.
Los síntomas de una tiroides hipoactiva a menudo son los mismos para las mujeres embarazadas que para otras personas con hipotiroidismo. Los síntomas incluyen:
La mayoría de los casos de hipotiroidismo durante el embarazo son leves y puede que no presenten síntomas.
El hipotiroidismo en el embarazo generalmente lo causa la enfermedad de Hashimoto y se presenta en 2 a 3 de cada 100 embarazos.1 La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmunitario. En la enfermedad de Hashimoto, el sistema inmunitario produce anticuerpos que atacan la tiroides, causando inflamación y daños que le dificultan la producción de hormonas tiroideas.
El hipertiroidismo sin tratar durante el embarazo puede causar:
Estos problemas ocurren con mayor frecuencia con el hipotiroidismo grave.
Debido a que las hormonas tiroideas son tan importantes para el desarrollo del cerebro y el sistema nervioso del bebé, el hipotiroidismo sin tratar, especialmente durante el primer trimestre, puede causar un coeficiente intelectual bajo y problemas con el desarrollo normal.
El médico revisará sus síntomas y le hará algunos análisis de sangre para medir sus concentraciones de la hormona tiroidea. El médico también puede buscar ciertos anticuerpos en la sangre para ver si la enfermedad de Hashimoto está causando su hipotiroidismo. Obtenga información adicional sobre las pruebas de la tiroides y qué significan los resultados.
El tratamiento para el hipotiroidismo consiste en reemplazar la hormona que su propia tiroides ya no puede producir. El médico probablemente le recetará levotiroxina, un medicamento para la hormona tiroidea que es igual a la T4, una de las hormonas que la tiroides produce normalmente. La levotiroxina es segura para el bebé y es de especial importancia hasta que el bebé pueda producir su propia hormona tiroidea.
La tiroides produce un segundo tipo de hormona, la T3. Al principio del embarazo, la T3 no puede ingresar al cerebro del bebé como lo hace la T4. Cualquier T3 que necesite el cerebro del bebé está hecha de T4. La T3 está incluida en muchos medicamentos para la tiroides hechos con tiroides animal, como Armor Thyroid, pero no es útil para el desarrollo del cerebro del bebé. Estos medicamentos contienen demasiada T3 y muy poca T4, y no deben usarse durante el embarazo. Los expertos recomiendan usar levotiroxina (T4) solo durante el embarazo.
Puede que algunas mujeres con hipotiroidismo subclínico, una forma leve de la enfermedad sin síntomas claros, no necesiten tratamiento.
Si tuvo hipotiroidismo antes de quedar embarazada y está tomando levotiroxina, es probable que necesite aumentar la dosis. La mayoría de los especialistas en tiroides recomiendan tomar dos dosis adicionales de medicamento para la tiroides por semana, comenzando de inmediato. Comuníquese con su médico tan pronto sepa que está embarazada.
El médico probablemente evaluará sus concentraciones de la hormona tiroidea cada 4 a 6 semanas durante la primera mitad del embarazo, y al menos una vez después de las 30 semanas.1 Es posible que deba ajustar su dosis varias veces.
La tiroiditis posparto es una inflamación de la tiroides que afecta aproximadamente a 1 de cada 20 mujeres durante el primer año después del parto1 y es más común en mujeres con diabetes tipo 1. La inflamación hace que la hormona tiroidea almacenada se filtre de la glándula tiroidea. Al principio, esta filtración aumenta las concentraciones hormonales en la sangre y causa hipertiroidismo. El hipertiroidismo puede durar hasta 3 meses. Luego, alguna lesión en la tiroides puede hacer que se vuelva hipoactiva. El hipotiroidismo puede durar hasta un año después del parto. Sin embargo, en algunas mujeres, el hipotiroidismo no desaparece.
No todas las mujeres que tienen tiroiditis posparto pasan por ambas fases. Algunas solo pasan por la fase hipertiroidea, y otras solo por la fase hipotiroidea.
La fase hipertiroidea a menudo no presenta síntomas, o solo presenta síntomas leves. Los síntomas pueden incluir irritabilidad, dificultad para soportar el calor, cansancio, problemas con el sueño y latidos cardiacos rápidos.
Los síntomas de la fase hipotiroidea pueden confundirse con la “tristeza posparto”, cuyos síntomas incluyen cansancio y mal humor, que a veces ocurre después del nacimiento del bebé. Los síntomas del hipotiroidismo también pueden incluir dificultad para soportar el frío, resequedad de la piel, dificultad para concentrarse y hormigueo en las manos, los brazos, los pies o las piernas. Si estos síntomas se presentan en los primeros meses después del nacimiento del bebé o si usted desarrolla depresión posparto (en inglés), hable con su médico lo antes posible.
La tiroiditis posparto es una enfermedad autoinmunitaria similar a la enfermedad de Hashimoto. Si tiene tiroiditis posparto, es posible que ya haya tenido una forma leve de tiroiditis autoinmunitaria que se desata después del parto.
Si tiene síntomas de tiroiditis posparto, el médico le ordenará análisis de sangre para verificar sus concentraciones de la hormona tiroidea.
La etapa hipertiroidea de la tiroiditis posparto rara vez necesita tratamiento. Si los síntomas le molestan, el médico puede recetarle un betabloquedor, que es un medicamento que reduce el ritmo cardiaco. Los medicamentos antitiroideos para la tiroiditis posparto no son muy eficaces, pero si tiene la enfermedad de Graves, esta puede empeorar después de que nazca el bebé y es posible que los necesite.
Es más probable que tenga síntomas durante la etapa de hipotiroidismo. El médico puede recetarle medicamentos para la hormona tiroidea que ayuden a aliviar sus síntomas. Si su hipotiroidismo no desaparece, deberá tomar medicamentos para la hormona tiroidea por el resto de su vida.
Ciertos betabloqueadores son seguros de usar mientras está amamantando porque solo pasa una pequeña cantidad a la leche materna. Es mejor usar la dosis más baja posible para aliviar los síntomas. Solo una pequeña cantidad de medicamento para la hormona tiroidea pasa al bebé a través de la leche materna, por lo que es seguro tomarlo mientras está amamantando. Sin embargo, en el caso de los medicamentos antitiroideos, probablemente el médico limitará su dosis a no más de 20 miligramos (mg) de metimazol o, con menos frecuencia, 400 mg de PTU.
El yodo es un mineral importante para usted durante el embarazo porque la tiroides lo usa para producir la hormona tiroidea. Durante el embarazo, el bebé obtiene el yodo de su dieta. Necesitará consumir más yodo durante el embarazo, aproximadamente 250 microgramos por día.1 Los productos lácteos, mariscos, huevos, carne, pollo y sal yodada, que es la que tiene yodo agregado, son buenas fuentes de yodo. Los expertos recomiendan tomar una vitamina prenatal con 150 microgramos de yodo para asegurarse de que está obteniendo la cantidad suficiente, especialmente si no usa sal yodada.1 También necesita más yodo mientras amamanta, ya que su bebé recibe yodo de la leche materna. Sin embargo, el exceso de yodo derivado de suplementos como las algas marinas puede causar problemas de tiroides. Consulte con su médico sobre un plan de alimentación adecuado para usted y cuáles suplementos debe tomar. Obtenga información adicional sobre una dieta saludable y nutrición durante el embarazo(en inglés).
El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés) y otros componentes de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) realizan y apoyan las investigaciones de muchas enfermedades y afecciones.
Los ensayos clínicos forman parte de la investigación clínica y son el núcleo de todos los avances médicos. Los ensayos clínicos buscan nuevas formas de prevenir, detectar o tratar enfermedades. Los investigadores también usan los ensayos clínicos para observar otros aspectos de la atención médica, como mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas. Investigue si los ensayos clínicos son adecuados para usted.
En ClinicalTrials.gov (en inglés) puede encontrar los ensayos clínicos que están abiertos actualmente y reclutando participantes.
This content is provided as a service of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
(NIDDK), part of the National Institutes of Health. NIDDK translates and disseminates research findings to increase knowledge and understanding about health and disease among patients, health professionals, and the public. Content produced by NIDDK is carefully reviewed by NIDDK scientists and other experts.
El NIDDK quisiera agradecer a:
Linda Barbour, M.D., M.S.P.H., FACP, University of Colorado School of Medicine