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La próstata forma parte de los órganos reproductores del hombre. Tiene aproximadamente el tamaño de una nuez y rodea la uretra, el tubo ubicado justo debajo de la vejiga.
La uretra tiene dos funciones. La primera es pasar la orina desde la vejiga al orinar. La segunda es pasar el semen durante el orgasmo sexual o eyaculación. El semen es una mezcla de esperma y líquido producido en la próstata.
En los hombres menores de 50 años, el problema más común de la próstata es la prostatitis.
En los hombres mayores de 50 años, el problema más común de la próstata es el agrandamiento de la próstata. Esta afección también se conoce como hiperplasia prostática benigna (benign prostatic hyperplasia o BPH por sus siglas en inglés). Los hombres mayores también corren riesgo de desarrollar cáncer de próstata, pero esta enfermedad es mucho menos común que la BPH. El Instituto Nacional del Cáncer (National Cancer Institute) ofrece más información sobre el cáncer de próstata.
Prostatitis quiere decir posible inflamación o irritación de la próstata. Si usted tiene prostatitis, podría presentar uno o más de los siguientes síntomas:
La inflamación de cualquier parte del cuerpo por lo general es una señal de que el cuerpo está combatiendo gérmenes o reparando una lesión. Algunos tipos de prostatitis son causados por bacterias, que son organismos diminutos que pueden causar infección o enfermedad. Si usted tiene prostatitis bacteriana, el médico puede observar bacterias al examinar una muestra de su orina en el microscopio. Después, el médico puede darle un antibiótico, un medicamento que destruye las bacterias.
Los médicos por lo general no encuentran bacterias en los hombres con prostatitis. Si tiene problemas urinarios, el médico buscará otras posibles causas, como una piedra en el riñón, o cáncer.
Si no se encuentran otras causas, el médico podría determinar que usted tiene una afección llamada prostatitis no bacteriana.
Es posible que tenga que trabajar junto con el médico para escoger el mejor tratamiento para usted. Quizá le ayude cambiar el régimen alimenticio o darse baños tibios. Es posible que el médico le de una medicina llamada bloqueador alfa para relajar el tejido muscular de la próstata. No hay una solución unica que sea eficaz para todos los que tienen esta afección.
Si usted es hombre, tiene más de 50 años y ha comenzado a tener dificultad para orinar, esto puede deberse a un agrandamiento de la próstata, o BPH. A medida que los hombres envejecen, la próstata sigue creciendo. Mientras ésta crece, oprime la uretra. Como la orina pasa de la vejiga a través de la uretra, la presión causada por la próstata agrandada podría afectar el control de la vejiga.
Si usted tiene BPH, quizá presente uno o más de los siguientes problemas:
Apenas podría darse cuenta de que tiene uno o dos de estos síntomas, o podría sentir que los problemas para orinar controlan su vida.
No. Es cierto que algunos hombres que tienen cáncer de próstata también presentan BPH, pero eso no significa que las dos afecciones estén siempre relacionadas. La mayoría de los hombres que padecen BPH no desarrollan cáncer de próstata. Sin embargo, como los síntomas iniciales son iguales en ambas afecciones, usted debe consultar al médico para que evalúe estos síntomas.
La BPH por sí sola no es una enfermedad grave, a menos que los síntomas sean tan molestos que no le permitan disfrutar la vida. Pero la BPH puede llevar a problemas graves. Uno de ellos es la infección de las vías urinarias.
Si usted no puede orinar en absoluto, debe buscar atención médica de inmediato. A veces pasa esto súbitamente cuando los hombres se toman una medicina de venta libre para la alergia o resfriado.
En ocasiones poco comunes, la BPH y los problemas constantes que causa al orinar pueden conducir a daño de los riñones.
Varias pruebas ayudan al médico a identificar el problema y elegir el mejor tratamiento.
Hay varios tratamientos disponibles. Trabaje junto con el médico para escoger el mejor tratamiento para usted.
No. La TURP y otros procedimientos para la BPH extirpan suficiente tejido para aliviar la obstrucción urinaria. En pocos casos, la próstata puede seguir creciendo y los problemas urinarios se vuelven a presentar. Debe seguir haciéndose chequeos de la próstata una vez al año, incluso después de la cirugía, para estar seguro de que no hay desarrollo de BPH o cáncer de próstata.
El procedimiento para quitar toda la próstata se llama prostatectomía. Generalmente sólo se realiza para detener la propagación del cáncer de próstata.
La cirugía para la BPH puede tener un efecto pasajero en la función sexual. La mayoría de los hombres recupera la función sexual completa al año después de la cirugía. El tiempo de recuperación exacto depende del tipo de cirugía y de cuánto tiempo se hayan presentado los síntomas antes de la cirugía. Después de la TURP, a algunos hombres no les sale semen del pene durante el orgasmo. En lugar de salir por el pene, el semen se va hacia atrás, a la vejiga, esto se conoce como eyaculación retrógrada. A veces se puede tratar esta afección con un medicamento que ayuda a mantener la vejiga cerrada. Es posible que un proveedor de atención médica especialista en problemas de infertilidad le pueda ayudar si la eyaculación retrograda representa un problema para las parejas que están tratando de concebir.
Si presenta algún problema después del tratamiento para una afección de la próstata, hable con el proveedor de atención médica o el personal de enfermería. Los problemas de erección y la falta de control de la vejiga se pueden tratar. Es muy probable que usted pueda obtener ayuda.
Si se le extirpa la próstata completamente para detener el cáncer, es más probable que presente problemas duraderos de tipo sexual y de control de la vejiga, como goteo de orina. Es posible que el médico use una técnica quirúrgica que preserve los nervios que rodean la próstata. Así podrá recuperar el control de la vejiga y la función sexual más fácilmente. Esta técnica no se puede usar en todos los hombres, pero sí se puede ayudar a la mayoría de hombres al usar otros tratamientos médicos.
El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK por sus siglas en inglés) y otras organizaciones del Instituto Nacional de Salud (NIH) conducen y ayudan en la investigación de muchas enfermedades y condiciones médicas.
Los ensayos clínicos son parte de la investigación clínica y a la raíz de todos avances médicos. Los ensayos clínicos buscan maneras nuevas de prevenir, detectar o tratar enfermedades. Los investigadores también usan los ensayos clínicos para estudiar otros aspectos de la atención clínica, como la manera de mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas. Averigüe si los ensayos clínicos son adecuados para usted.
Para más información sobre los ensayos clínicos que están disponibles y están reclutando visite: www.ClinicalTrials.gov.
This content is provided as a service of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
(NIDDK), part of the National Institutes of Health. NIDDK translates and disseminates research findings to increase knowledge and understanding about health and disease among patients, health professionals, and the public. Content produced by NIDDK is carefully reviewed by NIDDK scientists and other experts.
El NIDDK quiere agradecer a:
Toby Chai, M.D., University of Maryland Medical System; Nancy Mueller, R.N., Oficina de Edward J. Mueller M.D.; Bread for the City en Washington, D.C., por facilitar con las pruebas de campo de esta publicación.