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La lesión perineal es una lesión en el perineo, el área del cuerpo entre el ano y el escroto. Es un tipo de lesión genital.
En los hombres, el perineo se encuentra justo debajo de los músculos del piso pélvico, los cuales sostienen la vejiga y el intestino. El perineo protege los músculos del piso pélvico y los vasos sanguíneos que irrigan los genitales y las vías urinarias. El perineo también protege los nervios que se usan para orinar o tener una erección.
Las lesiones perineales pueden ocurrir repentinamente, lo que se conoce como lesión aguda, o gradualmente, lo que se conoce como lesión crónica.
Las lesiones agudas incluyen:
Las lesiones agudas también pueden ocurrir por trauma violento, durante una cirugía, abuso sexual o por algunas afecciones médicas.
Las lesiones crónicas se desarrollan gradualmente cuando hay presión sobre el perineo durante mucho tiempo. La presión duradera puede provenir de ciertas actividades que se realizan en posición sentada, como el ciclismo por carretera de larga distancia.
Las lesiones perineales son poco comunes. Un estudio encontró que el 1 por ciento de los motociclistas y el 3 por ciento de los ciclistas que tuvieron accidentes de tráfico sufrieron lesiones perineales.1
La lesión perineal es más probable en hombres que:
Se podrían desarrollar problemas de control de la vejiga o problemas sexuales si se lesionan los vasos sanguíneos, nervios o músculos en el perineo. Podrían aparecer infecciones después de una quemadura o herida.
El traumatismo perineal puede lesionar los nervios de la pelvis y causar problemas de vejiga e intestino. Los nervios en la vejiga emiten una señal cuando está llena y el cerebro le indica a la vejiga y los músculos del piso pélvico que retengan o liberen la orina. Una lesión en esos nervios puede bloquear o interferir con las señales, haciendo que los músculos de la vejiga se contraigan involuntariamente en el momento equivocado o que no se contraigan en absoluto. Una lesión en los músculos del piso pélvico también puede causar problemas de control intestinal.
Una lesión perineal también podría afectar una parte interna del pene que contiene la uretra. La uretra podría desgarrarse o estrecharse, o el paciente podría experimentar incontinencia urinaria.
Los nervios perineales transportan señales entre los genitales y el cerebro. Una lesión en esos nervios puede interferir con las sensaciones del contacto sexual.
Si los vasos sanguíneos en el perineo están lesionados, el paciente podría desarrollar disfunción eréctil (DE), que es la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales. Una lesión en la uretra también puede causar disfunción eréctil.
En raras ocasiones, una lesión contusa en el perineo podría hacer estallar un vaso sanguíneo dentro del pene, provocando una erección parcial persistente que puede durar días, semanas o más. Esta afección se denomina priapismo de alto flujo y, si se deja sin tratar, podría causar disfunción eréctil.2
Las señales de una lesión perineal incluyen:
Junto con estas señales, es posible que el paciente tenga síntomas como dolor en las áreas genital, inguinal o abdominal. En algunos casos, el dolor podría ser fuerte.
Los ciclistas o motociclistas también podrían experimentar entumecimiento genital. El nivel de entumecimiento aumenta con los viajes más largos o más bruscos.3
Las causas de una lesión perineal aguda en los hombres incluyen:
Cirugía perineal. Es posible que un cirujano necesite cortar el perineo durante algunos tipos de cirugía, como:
Lesiones a horcajadas. Las lesiones a horcajadas incluyen accidentes de motocicleta, de bicicleta o a caballo o caídas accidentales sobre objetos estacionarios, como rieles de cercas o aparatos de gimnasia.
Empalamiento. Las lesiones por empalamiento podrían involucrar postes de cerca metálicos, varillas o armas que perforan el perineo. Las lesiones por empalamiento ocurren en situaciones de combate o cuando se utilizan equipos móviles y herramientas puntiagudas, como en granjas o zonas de construcción. El empalamiento también puede resultar de una caída sobre algo afilado.
Abuso sexual. El contacto sexual forzado e inapropiado puede causar lesiones perineales.
Quemaduras. El contacto con objetos o líquidos calientes podría lesionar el perineo. Puede ocurrir en combate militar4 o por contacto con líquidos5 u objetos calientes, como implementos de aseo personal.6 Las quemaduras también pueden causar infecciones.4
Otras afecciones. La gangrena de Fournier es una infección aguda que ocurre en la región genital y causa la muerte de los tejidos. En los hombres, afecta el perineo, escroto o pene. Es una enfermedad poco común y podría ser una complicación por otros tipos de afecciones de las vías urinarias, una cirugía o trauma.7
Las lesiones perineales crónicas suelen ser el resultado de una práctica relacionada con el trabajo o el deporte, como montar en bicicleta, motocicleta o a caballo.
Montar en bicicleta, motocicleta y a caballo. Sentarse en un asiento de bicicleta angosto, tipo silla de montar, que tiene una “nariz” que sobresale en la parte delantera, ejerce mucha más presión sobre el perineo que sentarse en una silla normal. En una silla normal, la carne y el hueso de las nalgas absorben parcialmente la presión que ocurre al sentarse y la presión se produce más cerca de la espalda que en un asiento de bicicleta. La posición a horcajadas en un asiento estrecho comprime los vasos sanguíneos y nervios perineales, lo que posiblemente con el tiempo cause lesión a los vasos sanguíneos y nervios. Las investigaciones muestran que los asientos de bicicleta más anchos y sin nariz reducen la presión perineal.8
El ciclismo tiene muchos beneficios cardiovasculares que mejoran la salud sexual y urinaria en general. Existe controversia sobre si el ciclismo de larga distancia causa un aumento moderado del riesgo de disfunción eréctil. La disfunción eréctil podría causarla la presión repetitiva sobre los vasos sanguíneos, lo que los contrae y causa la acumulación de placa en los vasos. Se ha observado entumecimiento genital en ciclistas masculinos que participan en eventos de ciclismo de larga distancia.9 Los ciclistas deben tratar de montar de una manera que evite el entumecimiento genital agudo. Los ciclistas de larga distancia deben usar un servicio profesional para ajustar la bicicleta a su cuerpo, considerar el uso de asientos que minimicen la presión perineal y pasar menos tiempo sentados en el asiento durante los viajes largos.
Los profesionales de atención médica diagnostican la lesión perineal según las circunstancias y la gravedad de la lesión. En general, un profesional de atención médica hará un examen físico y ordenará una o más pruebas de diagnóstico por la imagen.
Durante un examen físico, el profesional de atención médica busca heridas, inflamación o moretones y podría hacer un tacto rectal para palpar las lesiones internas. También podría hacer un examen neurológico para evaluar la sensibilidad de la piel.
El profesional de atención médica podría solicitar una o más pruebas de diagnóstico por la imagen para detectar lesiones internas.
Cuando los profesionales de atención médica evalúan las lesiones, generalmente preguntan cómo ocurrió la lesión y cuándo fue la última vez que la persona orinó. En los casos de lesiones genitales, estas preguntas podrían ser incómodas porque, además de otras causas, las lesiones genitales pueden ser el resultado de un abuso sexual, y los profesionales de atención médica están obligados por ley a denunciar los casos de abuso sexual que atiendan.
Los tratamientos para la lesión perineal varían según la gravedad y el tipo de lesión. Si hay sangrado, el profesional de atención médica tomará medidas inmediatas para minimizar la pérdida de sangre y reparar la lesión. Los desgarros o las incisiones pueden requerir puntos de sutura y las quemaduras, ungüentos. Las lesiones traumáticas o perforantes podrían requerir cirugía para reparar los músculos del piso pélvico, los vasos sanguíneos y los nervios lesionados. En caso de una lesión uretral, es posible que sea necesario recolectar la orina a través de un tubo conocido como catéter. El tratamiento de estas lesiones agudas también podría incluir antibióticos para prevenir una infección.
Después de que el profesional de atención médica estabilice una lesión aguda para que la pérdida de sangre ya no sea una preocupación, podrían persistir algunos efectos a largo plazo por la lesión, como control de la vejiga y problemas de función sexual. Las lesiones en la uretra pueden hacer que se vuelva más estrecha y es posible que requiera tratamiento. Un profesional de atención médica puede tratar el priapismo de alto flujo causado por una lesión contusa en el perineo con medicamentos o cirugía.
Un profesional de atención médica trabajará con el paciente para tratar la lesión perineal crónica y cualquier complicación.
Puede tomar medidas para proteger el perineo y reducir la probabilidad de lesiones accidentales.
Montar en bicicleta, motocicleta o a caballo. Use asientos o sillas de montar que minimicen la presión sobre el perineo y desplacen la presión a las nalgas. El Instituto Nacional de Seguridad y Salud Ocupacional (en inglés), parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, recomienda asientos sin nariz para las personas que montan en bicicleta como parte de su trabajo.8
También puede ajustar la altura del manubrio, los pedales o el asiento, y usar pantalones cortos acolchados para reducir la presión y la irritación del perineo.10 Además, montar bicicleta de pie durante más tiempo puede disminuir el entumecimiento.11
Trabajos de construcción, agrícolas o fabriles. Use equipo de protección apropiado, como overoles o trajes protectores enterizos, si está cerca de equipos móviles u objetos puntiagudos.12 Sea consciente de su entorno y de los peligros potenciales.
Combate militar y socorristas. Las personas que participan en un combate militar deben usar su equipo de protección pélvica para limitar la penetración y reducir la tasa de lesiones.13 Es posible que la policía y otros socorristas quieran utilizar equipos similares según lo requieran los trabajos y situaciones específicas.12
Cirugía. Aun cuando los cirujanos tratan de evitar procedimientos que puedan lesionar los vasos sanguíneos, nervios perineales y músculos, a veces podría ser necesaria una incisión perineal para lograr el mejor resultado. Consulte con su profesional de atención médica los riesgos de cualquier cirugía planificada para que pueda tomar una decisión informada y saber qué esperar después de la operación.
El NIDDK realiza y respalda ensayos clínicos de muchas enfermedades y afecciones, incluidas las enfermedades urológicas. Los ensayos clínicos buscan nuevas formas de prevenir, detectar o tratar enfermedades y de mejorar la calidad de vida.
Los ensayos clínicos y otros tipos de estudios clínicos (en inglés) forman parte de la investigación médica e involucran a personas como usted. Cuando una persona se ofrece como voluntaria para participar en un estudio clínico, está ayudando a los médicos e investigadores a conocer más sobre las enfermedades y a mejorar la atención médica para las personas en el futuro.
Los investigadores están estudiando muchos aspectos de las lesiones perineales en los hombres, como:
Investigue si los estudios clínicos son adecuados para usted.
Mire un video del Dr. Griffin P. Rodgers, director del NIDDK, que explica la importancia de participar en los ensayos clínicos (en inglés).
En www.ClinicalTrials.gov (en inglés) puede ver una lista filtrada de estudios clínicos sobre las lesiones perineales que están abiertos y reclutando participantes. Puede ampliar o reducir la lista para incluir estudios clínicos de la industria, universidades e individuos; sin embargo, los Institutos Nacionales de la Salud no revisan estos estudios ni pueden garantizar su inocuidad. Antes de participar en un estudio clínico, debe consultar siempre con su proveedor de atención médica.
This content is provided as a service of the National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases
(NIDDK), part of the National Institutes of Health. NIDDK translates and disseminates research findings to increase knowledge and understanding about health and disease among patients, health professionals, and the public. Content produced by NIDDK is carefully reviewed by NIDDK scientists and other experts.
El NIDDK quisiera agradecer a:
Benjamin Breyer, M.D., M.A.S., University of California San Francisco School of Medicine