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La resistencia a la insulina y la prediabetes ocurren cuando el cuerpo no usa bien la insulina.
La insulina es una hormona producida por el páncreas que ayuda a que la glucosa en la sangre entre a las células de los músculos, grasa e hígado, donde se usa para obtener energía. La glucosa proviene de los alimentos que una persona consume. El hígado también produce glucosa cuando el cuerpo la necesita, como cuando una persona está ayunando. Cuando los niveles de glucosa en la sangre, también llamada azúcar en la sangre, aumentan después de comer, el páncreas libera insulina en la sangre. La insulina entonces reduce la glucosa en la sangre para así mantenerla en el rango normal.
La resistencia a la insulina se produce cuando las células de los músculos, grasa e hígado no responden bien a la insulina y no pueden absorber la glucosa de la sangre fácilmente. Como resultado, el páncreas produce más insulina para ayudar a que la glucosa entre a las células. Mientras el páncreas pueda producir suficiente insulina para superar la débil respuesta de las células a la insulina, los niveles de glucosa en la sangre se mantendrán en un rango saludable.
La prediabetes significa que los niveles de glucosa en la sangre son más altos de lo normal pero no lo suficientemente altos para ser diagnosticados como diabetes. La prediabetes usualmente ocurre en personas que ya tienen cierta resistencia a la insulina o cuyas células beta en el páncreas no están produciendo suficiente insulina para mantener la glucosa en la sangre en el rango normal. Sin suficiente insulina, la glucosa adicional permanece en el torrente sanguíneo en lugar de entrar a las células. Con el tiempo, una persona podría desarrollar diabetes tipo 2.
Más de 84 millones de personas de 18 años y mayores tienen prediabetes en los Estados Unidos.1 Eso significa aproximadamente 1 de cada 3 adultos.
Las personas que tienen factores de riesgo que son genéticos o de estilo de vida tienen más probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina o prediabetes. Los factores de riesgo incluyen
Las personas que tienen un síndrome metabólico (una combinación de presión arterial alta, niveles anormales de colesterol y una cintura grande) tienen más probabilidad de tener prediabetes.
Además de estos factores de riesgo, otras cosas que pueden contribuir al problema de resistencia a la insulina incluyen
Aunque una persona no puede cambiar factores de riesgo tales como el historial familiar, la edad o el grupo étnico al que pertenece, sí puede cambiar los factores de riesgo del estilo de vida relacionados con la alimentación, la actividad física y el peso. Estos cambios en el estilo de vida pueden disminuir la probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina o prediabetes.
Los investigadores no entienden completamente qué causa la resistencia a la insulina y la prediabetes, pero piensan que el exceso de peso y la falta de actividad física son factores principales.
Los expertos creen que la obesidad (en inglés), especialmente demasiada grasa en el abdomen y alrededor de los órganos, llamada grasa visceral, es una causa importante de resistencia a la insulina. Una medida de cintura de 40 pulgadas o más en los hombres y 35 pulgadas o más en las mujeres está relacionada con la resistencia a la insulina. Esto es cierto incluso si el índice de masa corporal (IMC) se encuentra dentro del rango normal. Sin embargo, las investigaciones han demostrado que los asiáticos americanos pueden tener un mayor riesgo de resistencia a la insulina incluso sin un IMC alto.
Los investigadores solían pensar que el tejido graso era solo para almacenar energía. Sin embargo, los estudios han mostrado que la grasa abdominal produce hormonas y otras sustancias que pueden contribuir a la inflamación crónica o prolongada en el cuerpo. La inflamación puede desempeñar un papel en la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
El exceso de peso puede conducir a una resistencia a la insulina, que a su vez puede desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad de hígado graso.
No hacer suficiente actividad física está relacionado con la resistencia a la insulina y la prediabetes. La actividad física regular causa cambios en el cuerpo que lo hacen más capaz de mantener los niveles de glucosa en la sangre en equilibrio.
La resistencia a la insulina y la prediabetes usualmente no presentan síntomas. Algunas personas con prediabetes pueden tener la piel oscurecida en la axila o en la parte posterior y lados del cuello, una afección llamada acantosis nigricans. Muchos crecimientos pequeños de la piel llamados papilomas cutáneos a menudo aparecen en estas mismas áreas.
A pesar de que los niveles de glucosa en la sangre no son lo suficientemente altos como para causar síntomas en la mayoría de las personas, algunos estudios de investigación han mostrado que algunas personas con prediabetes podrían ya tener cambios tempranos en los ojos que pueden conducir a la retinopatía. Este problema ocurre con más frecuencia en personas con diabetes.
Los médicos usan pruebas de sangre para determinar si alguien tiene prediabetes, pero usualmente no realizan pruebas para determinar si la persona tiene resistencia a la insulina. La prueba más precisa para detectar la resistencia a la insulina es complicada y se usa principalmente en las investigaciones.
Para diagnosticar la prediabetes, los médicos usan con más frecuencia la prueba de medición de la glucosa plasmática en ayunas o la prueba de A1C. Los médicos usan la prueba oral de tolerancia a la glucosa, que es más costosa y no tan fácil de administrar, con menos frecuencia.
La prueba de A1C refleja el promedio de glucosa en la sangre durante los últimos 3 meses. La prueba de medición de la glucosa plasmática en ayunas y la prueba oral de tolerancia a la glucosa muestran el nivel de glucosa en la sangre al momento de la prueba. La prueba de A1C no es tan sensible como las otras pruebas. En algunas personas, puede no detectar una prediabetes que la prueba oral de tolerancia a la glucosa sí podría revelar. La prueba oral de tolerancia a la glucosa puede identificar cómo el cuerpo maneja la glucosa después de una comida, a menudo antes de que el nivel de glucosa en la sangre en ayunas se vuelva anormal. A menudo, los médicos usan la prueba oral de tolerancia a la glucosa para detectar la diabetes gestacional, un tipo de diabetes que se desarrolla durante el embarazo.
Las personas con prediabetes tienen hasta un 50 por ciento de probabilidad de desarrollar diabetes en los próximos 5 a 10 años. Las personas pueden tomar medidas para controlar la prediabetes y prevenir la diabetes tipo 2.
Los siguientes resultados de pruebas indican la existencia de prediabetes:2
Una persona debe hacerse una prueba para detectar la prediabetes si tiene sobrepeso u obesidad y tiene uno o más factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de diabetes, o si su padre/madre, hermanos o hijos tienen diabetes tipo 2. Incluso si la persona no tiene factores de riesgo, debe comenzar a hacerse la prueba una vez que cumpla los 45 años de edad.
Si los resultados son normales pero la persona tiene otros factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la diabetes, debe volver a realizarse la prueba al menos cada 3 años.2
La actividad física y perder peso, si es necesario, pueden ayudar a que el cuerpo responda mejor a la insulina. Tomar pequeños pasos, como comer alimentos más saludables (en inglés) y moverse más para bajar de peso, puede ayudar a revertir la resistencia a la insulina y prevenir o retrasar la diabetes tipo 2 en personas con prediabetes.
El Diabetes Prevention Program (Programa para la Prevención de la Diabetes, DPP por sus siglas en inglés) patrocinado por los Institutos Nacionales de la Salud, mostró que para las personas con alto riesgo de desarrollar diabetes, perder entre un 5 a 7 por ciento de su peso inicial ayudó a reducir la probabilidad de desarrollar la enfermedad.3 Esos números representan de 10 a 14 libras para alguien que pesa 200 libras. Los individuos que participaron en el estudio perdieron peso haciendo cambios en su dieta y siendo más activos físicamente.
El Programa para la Prevención de la Diabetes también mostró que tomar metformina, un medicamento usado para tratar la diabetes, podría retrasar la diabetes. La metformina funcionó mejor para las mujeres con un historial de diabetes gestacional, adultos jóvenes y personas con obesidad. Pregúntele al médico si la metformina podría ser adecuada para usted.
Hacer un plan (en inglés), llevar la cuenta del progreso y obtener el apoyo de los profesionales de la salud, familiares y amigos puede ayudar a una persona a realizar cambios en el estilo de vida que pueden prevenir o revertir la resistencia a la insulina y la prediabetes. Es posible que una persona pueda participar en un programa de cambio de estilo de vida como parte del National Diabetes Prevention Program (Programa Nacional para la Prevención de la Diabetes) (en inglés).
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(NIDDK), part of the National Institutes of Health. NIDDK translates and disseminates research findings to increase knowledge and understanding about health and disease among patients, health professionals, and the public. Content produced by NIDDK is carefully reviewed by NIDDK scientists and other experts.